Es el Ayuntamiento de Villamanín un consistorio difícil, y el consenso entre sus concejales complicado. Pero si en algo hubo acuerdo -no hace demasiado tiempo- fue en el hecho de no hacer más canteras, conservar las existentes sí – contra las que nadie ha hecho nunca nada- pero no licitar ninguna más. Pues bien, siempre ha de haber alguien que rompa el consenso, alguien que diga digo donde dijo Diego y, en este caso, ha sido el pedáneo de Casares y concejal de la oposición en el Ayuntamiento de Villamanín que en aras de la democracia, según su argumentación en el pleno celebrado el 12/04/10 en el Ayuntamiento de Villamanín, organizó un concejo para consultar a los vecinos del pueblo sobre la viabilidad o no de una cantera en Casares. Suerte que los vecinos han sido listos y han dicho NO, y esperemos que no sea tarde. Pero, sin duda, lo preocupante es que el pedáneo haya dejado el beneficio de la duda y haya dado pie siquiera a pensar en dicha posibilidad, pues nadie más que él tiene la potestad y la autoridad suficiente como para desde un principio dar un no como respuesta, más aún cuando, como dije anteriormente, se había acordado no hacer más canteras en el Muncipio de Villamanín.
Triste hecho, y triste noticia, sobre todo por la poca esperanza que nos brinda a los vecinos de estos lares la clase política que nos representa o la que, en un futuro, nos pueda representar otorgando privilegios de duda y de consulta a dudosas empresas en busca nada más que de especulación, olvidandose éstos de que la mayor riqueza está en conservar nuestro entorno y no en destruírlo.